Decreto de Guerra a Muerte

El Decreto de Guerra a Muerte fue una declaración hecha por el general Simón Bolívar el 15 de junio de 1813 en la ciudad venezolana de Trujillo durante el desarrollo de la Campaña Admirable. La declaración viene precedida meses antes por el Convenio de Cartagena de Antonio Nicolás Briceño. Este decreto significaba que los españoles y canarios que no participasen activamente en favor de la independencia venezolana se les daría la muerte, y que todos los americanos serían perdonados, incluso si cooperaban con las autoridades españolas. Además, añadía el objetivo de comprometer de forma irreversible a los individuos con la revolución. Fue redactada bajo la justificación de los crímenes cometidos por Domingo Monteverde (que dejó libre a Bolívar a cambio de la entrega de Miranda) y su ejército contra los republicanos durante la caída de la Primera República. Sin embargo la Guerra a Muerte fue practicada por ambos bandos.

Desarrollo de la Guerra a Muerte

Durante la Campaña Admirable por cada lugar "todos los europeos y canarios casi sin excepción fueron fusilados" por las armas patriotas a su paso. En febrero de 1814, al concluir la campaña, Juan Bautista Arismendi, por órdenes de Bolívar, mando a fusilar a 886 prisioneros españoles en Caracas. Para engrosar su número añadió inclusive los enfermos en el hospital de La Guaira (cerca de 500 a 1000 entre los días 13 al 16 del mismo mes). Bolívar escribió los detalles al Congreso de Nueva Granada. En consecuencia, entre 1815 y 1817 fueron implicados y sentenciados a muerte varios ciudadanos distinguidos de Nueva Granada, cabecillas de la revolución, siendo ajusticiados a manos del ejército pacificador venido con el general Pablo Morillo.

La Declaración duró hasta el 26 de noviembre de 1820, cuando el general español Pablo Morillo se reunió con el general venezolano Simón Bolívar para concluir un Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra.