Platón consideró la "esencia" según el segundo sentido señalado en la introducción, como ίδέα (idea) o forma eterna e inmutable de las cosas materiales y sensibles con un sentido metafísico, realista y trascendente.
En concepto significa que es perteneciente o relativo a la esencia.
Ejemplo: "Es esencial entenderse a uno mismo para poder tratar a los demás, aunque no sea algo que se hable mucho o directamente no se aplique correctamente."