Según Jürgen Habermas (1972-1991), el diálogo es una forma de acción en sí misma, porque cuando las personas interactúan, comunican sus intenciones y necesidades. Este proceso permite que se alcancen acuerdos y se tomen decisiones cooperativamente.
Ejemplo: al dialogar con mis compañeros y compañeras puedo sacar conclusiones más precisas y con otro punto de vista, de mis investigaciones.