La selección natural ha jugado un papel clave en la evolución de mecanismos de adaptación en las plantas para sobrevivir en ambientes contaminados, promoviendo cambios genéticos y fisiológicos que les permiten tolerar condiciones adversas.
La Resistencia a contaminantes orgánicos en ambientes contaminados con pesticidas o hidrocarburos, algunas plantas han desarrollado mecanismos para metabolizar estos compuestos a través de procesos como la fitoestimulación y la fitoextracción. En este contexto, enzimas como las citocromo P450 y las glutatión S-transferasas desempeñan un papel crucial, permitiendo a las plantas descomponer o inmovilizar contaminantes tóxicos (Van Aken, 2009).
La selección natural actúa como un motor de cambio adaptativo en las plantas que enfrentan ambientes contaminados. Las estrategias desarrolladas abarcan desde modificaciones genéticas hasta cambios ecológicos y simbióticos. Estas adaptaciones no solo aseguran la supervivencia de las plantas en suelos contaminados, sino que también tienen aplicaciones prácticas en la fitorremediación.